El producto dispone de un compresor que genera aire a presión que se dirige al inhalante que se va a atomizar. El chorro de aire desprende partículas del inhalante y se mezcla con aire adicional en el nebulizador. El inhalante se administra al paciente a través de una mascarilla o de un tubo para la boca. Esta tecnología hace que un mayor porcentaje de partículas de medicamentos líquidos entre en los pulmones, aproximadamente 0.3 ml en 1 minuto.