La estimulación de la función desintoxicante del hígado en enfermedades hepatobiliares agudas y crónicas, por ejemplo colangitis y colecistitis. También en caso de alteraciones funcionales del hígado de origen tóxico como causa o consecuencia de otras enfermedades, en hipercolesterolaemia, lupus eritematoso, exantemas tóxicos, dermatosis y dermatitis, neurodermitis y para la estimulación de las funciones de las células hepáticas.